13 mayo 2008

...el regalo de A...

DICOTOMIA

El faquir quisiera segar las púas de su cama para que el cuerpo de ella durmiera a su lado. Limar los clavos, sustituir la tabla por un colchón, comprar dos almohadas, sábanas de algodón, una colcha quizás por si algún día el calor de dos cuerpos uno no bastara.
Mira desde la arena la elevada luna de la carpa. Debería dejar a un lado la túnica, eliminar el maquillaje de sus ojos, desenroscar el turbante para siempre. Tendría que abandonar el circo cuando ella precisamente está enamorada del faquir.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Vaya vaya, pues sí que lo has puesto difícil. Yo diría que va más allá de una simple dicotomía. Es una duda existencial, digna de Kierkergaard. Si me apuras hasta el mismísimo Platón cambiaría su caverna por la exégesis de este texto.
Le daré vueltas pero no veo un futuro alagüeño para esta pareja cuyos amores se desencuentran en la realidad del otro.
Besos

mmm dijo...

no me digas eso...que el que me lo ha regalado es muy especial para mi...yo esperaba encontrarme en su realidad...

Anónimo dijo...

Los faquires de la realidad no duermen en camas de clavos. Son cómodos colchones los que reciben con calided sus espaldas y las de sus amantes. No temas mis palabras. Nunca fueron adivinas... ¡menos mal!