11 mayo 2008

...se le atragantaron los puntos suspensivos...

Se le atragantó la pizza.Fué escuchar lo que él tenía que decirle, y se atragantó. Se unieron palabras, sílabas, acentos,...el queso y el calabacín no dejaban que salieran de su boca. Y él hablaba, hablaba...por su mente pasaban rápidas esas frases, receptor-acetil-colina-receptor, sinapsis rápidas, no dejaban huellas a su paso, ella quería borrarlas...recordó la primera vez que le vió, un chico ausente que caminaba mirando el suelo rodeado de gente por un pasillo ...y a la pizza, las vocales y las consonantes, se le unieron las lágrimas...y ella allí, diciendo lo que se espera de las chicas buenas...deseaba salir corriendo, pero él no la dejaba, qué noche más larga...subió las escaleras rápido,tenía que hacerle desaparecer. No sabía como explicarlo, no era la primera vez que él se paseaba por su vida, era de esas personas que aparecen un tiempo sigilosamente, a pequeños pasos y después pasan a momentos de ausencia ...esta vez podía ser lo mismo, ella no sabía el porqué, pero esta vez no quería ausencias ni olvidos. Quería decirle palabras, aunque él sabía leer los silencios e interpretar los puntos suspensivos...

2 comentarios:

Altea dijo...

"Quería decirle palabras, aunque él sabía leer los silencios e interpretar los puntos suspensivos..."

Tranquila, es un ciclo “Llorar en silencio. El melodrama en la época del cine mudo”. La próxima este miércoles a las 6 y la peli Broken Blossoms de David W. Griffith. Pero creo que no podré ir, aunque no es seguro.

Luis Sevilla dijo...

Me siguen gustando todos tus post, todos ellos, aún cuando no diga nada.
Muchos besos