04 junio 2006

...Rocamadour ha muerto, otra vez...

Rocamadour ha muerto, otra vez (para quién no lo sepa...es del libro Rayuela)...murió a lo largo de la semana pasada...una agonia lenta...que anoche se hizo factible...tal vez, era un secreto a voces...porque las cosas que empiezan siendo difíciles...es lo que le conté a una amiga...me ha costado tanto de conseguir...es algo que empieza siendo inestable...es de esas cosas que una vez que las tienes ya nos las quieres...pero claro en este caso no estábamos hablando de un objeto...era una persona...a la que yo quería querer...pero faltaba algo...y ayer decidimos que mejor ser amigos...y no he llorado...no he llorado hasta que he comenzado a escribir estas letras...y he aguantado una noche...pero supongo que son lágrimas de rabia...de saber que las cosas que no empiezan bien...son efímeras...volátiles...cuando era más pequeña...me encantaba ver y volver a ver...el club de los poetas muertos...y empecé esta relación con lo que más me gustaba de esa peli...carpe diem...vive el momento...y el momento me dejó a un amigo...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

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Rocamadour dijo...

“Julio, yo sé que no te moriste, que hoy a la noche vas a venir y leer esto. Y mañana voy a tener que pasar a ver qué me escribiste”.
“Rocamadour, te escribo esta carta porque no sé, porque a lo mejor me equivoco o estoy un poco idiota… Ya no lloro más, estoy contento. Te quiero tanto Rocamadour, bebé Rocamadour, dientecito de ajo, te quiero tanto nariz de azúcar, arbolito, caballito de juguete…”.